Si estás leyendo esto, seguramente estás en las mismas que yo; te encuentras sumamente consumida por el desamor y la desilusión.
Quizá a penas te acaban de romper el corazón, o quizá te encuentres en una etapa un poco más avanzada de tu recuperación emocional. Sea como sea, este proceso duele, y duele un chorro.
Es difícil ver la realidad y aceptar que no está siendo como nosotros quisiéramos… Pero podemos aprender a negociar con ella y sacarle la vuelta. Creo que de eso se trata esta vida, de tomar las situaciones que se nos atraviesan en la vida y saber sacarles el máximo provecho.
Estas cinco ideas de las que te voy a platicar no son cosas que busquen directamente el hacerte sentir mejor. Más bien las quiero presentar como lentes a través de los que puedas ver cualquier situación de ruptura amorosa para que puedas salir de ella más fortalecida y con ideas más constructivas al respecto.
El Dolor nos Reconecta con La vida
No hay nada como el dolor de una ruptura amorosa para recordarnos que estamos vivos. En medio de todo este sufrimiento, hay una realidad que no podemos ignorar: las emociones desagradables también son una parte de estar vivos. Lo que hace a la vida algo completamente maravilloso es que venimos a experimentar toda una gama de emociones, experiencias y sensaciones. Y el tener un corazón roto también es una de ellas.
Y sé que es más sencillo decirlo que vivirlo. Pero aún en medio de esa sensación de que se te desgarra el pecho, hay cosas muy hermosas. El dolor nos regala muchos aprendizajes a los que difícilmente podemos llegar de otra forma; nos recuerda la enorme valentía que tenemos.
Enamorarnos es arriesgarnos; es lanzar nuestro corazón al aire esperando que regrese a nuestras manos sin daño alguno. Y a veces nos toca perder y salir heridos. Sin embargo, algo hermoso que nos trae el dolor de un fracaso amoroso es el recordatorio de que somos personas que amamos y que nos entregamos con locura.
Tú Eres el Gran Amor de Tu Vida
Si amaste con mucha intensidad, lo más probable es que al momento de despedirte te hayas quedado con la sensación de que aquella persona que amabas te dejó con un vacío que se siente imposible de llenar. Pero creo que en estos momentos en los que nos encontramos a nosotros mismos en completa soledad es cuando nos damos cuenta de algo verdaderamente importante; la única persona que va a estar ahí para ayudarnos a salir adelante somos nosotros mismos.
Cuando nos enamoramos, se nos hace fácil perdernos en la idea de que necesitamos de la otra persona para poder tener una vida plena, pero la verdad es que la única persona que puede darnos ese amor puro e incondicional somos nosotros mismos. Y creo que una ruptura amorosa es el momento perfecto para estar en soledad y cuidarnos; es un momento ideal para consentirnos, para ser introspectivos y para darnos cuenta que la verdadera fortaleza siempre se ha encontrado dentro de nosotros mismos.
Tienes la Capacidad de Amar
Una de las cosas más hermosas que nos puede traer una ruptura amorosa es el aprendizaje de que todo ese dolor que sentimos y toda aquella tristeza que nos está consumiendo, no es más que una revelación a nosotros mismos de nuestra enorme capacidad de amar.
Sé que en este momento atravesar todo esto está siendo sumamente doloroso. Pero vivimos en un lugar donde no todos tienen la capacidad de entregarse y amar con cada fibra de su ser. Tener el corazón roto es esa prueba irrefutable de que tenemos una capacidad inmensa de amar.
Es normal querer dejar de sentir dolor, tomarlo como algo que debemos evitar a toda costa. Pero en este caso, el dolor también es un reflejo de la profundidad de nuestras emociones, y de lo dispuestos que estamos a vivir plenamente y sin reservas. Ese dolor refleja nuestra forma de amar; amamos de una manera intensa, genuina y sin miedo. Nos recuerda que en esta ocasión nos atrevimos a amar de la forma más pura.
Existen Muchas Más Formas de Amar
La cultura en la que vivimos actualmente hace que nuestra mente piense directamente en la idea de una relación romántica cuando se trata de amor. Pero creo que una realización muy hermosa que podemos tener al terminar una relación es que existen millones de otras formas de amar, y todas ellas son muy valiosas y significativas.
Cuando dejamos una relación romántica sentimos que el amor nos ha abandonado por completo. Pero la realización más hermosa de todo esto es que el amor está siempre presente, solo que tenemos que aprender a apreciarlo y valorarlo en diferentes formas. Reconocer esto nos demuestra que no necesitamos de amor romántico para experimentar amor en nuestras vidas.
Creo que este momento es la oportunidad perfecta para abrir los ojos a todo el amor que tenemos frente a nosotros; y sobre todo enfocarnos en el más importante de todos, el propio. Al final del día, el amor está en todas partes, no solo en una relación romántica. Está en la vida misma, y en todas las formas en que conectamos con ella.
Cuando Alguien Está Destinado a Estar Contigo, No hay Forma de que Esa Persona Desaparezca de Tu Vida.
Quizá esta es la idea más controversial, más espiritual y menos fundamentada que adopté a raíz de que terminé mi relación amorosa. Si estás leyendo esto, es posible que sientas que todo está en tu contra; es normal que nos frustre pensar que se fue de nuestras vidas aquella persona que asegurábamos que sería el amor de nuestras vidas. Sin embargo, la idea que más paz me trajo fue esta: cuando alguien está destinado a estar en tu vida, no hay nada que pueda suceder o que podamos hacer para evitar que esa persona esté con nosotros. Si alguien está destinado a ser una parte de nuestras vidas, esa conexión no se romperá, sin importar los obstáculos que se presenten.
Esta idea me brindó la humildad necesaria para aceptar y reconocer el destino y el flujo natural de la vida. Me enseñó que no hay necesidad de forzar las cosas para que sucedan; que más bien, forzarlas es generar una energía contraintuitiva que lo único que puede lograr es desgastarnos. Durante mi proceso de duelo me he apegado a la idea de que la vida logra conectarnos con las personas indicadas, incluso cuando parece que todo está en contra. Esto me llevó a confiar en ella, aceptar su flujo y entender que si esa conexión es para mí, entonces encontrará su camino de regreso.
Creo que en medio de todo el dolor que me ha traído el desamor, la enseñanza más bella que he obtenido es que todas estas emociones nos ofrecen aprendizajes que bien integrados nos pueden llevar a crecer y evolucionar. Es complicado el aceptar el dolor como parte de nuestra experiencia humana, pero con este dolor llega la belleza de reconocer nuestra enorme capacidad de amar así como descubrir las diversas formas en que el amor se manifiesta en la vida.
Al final, el amor, en todas sus formas y manifestaciones, sigue presente y nos acompaña. Al final, todo el dolor solo es la prueba viva de que el amor es una parte innegable de nuestro ser.